
Ante la aparición de las redes sociales y su gran difusión, surgen los escépticos con las redes sociales, entre los que se encuentran los que opinan que no todos los que se mueven en el mundo virtual lo hacen con buenas intenciones, sino que algunos pueden aprovechar la información de la que disponen para llevar a cabo sus fechorías. Entre los detractores de las redes sociales aparece una página web en Estados Unidos que se llama Please Rob Me, en la que se explica que el dar demasiada información sobre dónde te encuentras en cada momento o que estás pasando unos días de vacaciones, es como alertar a los ladrones y dejar claro que tu casa está sola y por tanto es un buen momento para asaltarla. Otros de los inconvenientes que continúan apareciendo sobre las redes sociales tienen que ver con la privacidad.
Por ejemplo, en el apartado de privacidad de Facebook se especifica que nuestros datos personales pasan a ser propiedad de la empresa, que tiene la potestad sobre nuestros datos y puede vendérselos a terceros. ¿Quién no ha oído alguna vez que antes de contratar a un empleado la empresa compra su perfil a Facebook para saber más sobre él? Esta y otras cuestiones se tratan en este vídeo un tanto escalofriante. Pero parece lo importante es encontrar el término medio. Permanecer apartados de las redes sociales puede aislarnos de nuestro entorno social, pero ser adictos a ellos y detallar toda nuestra vida privada en la red de redes, también puede ser contraproducente.